Tendinopatía Aquílea

ABORDAJE EN TENDINOPATÍA AQUÍLEA

La tendinopatía aquílea es una de las lesiones más comunes que afecta al tendón de Aquiles, el tendón más grueso y fuerte del cuerpo humano. Esta afección se caracteriza por dolor, rigidez y disminución de la funcionalidad, especialmente durante actividades físicas. Puede presentarse en dos formas principales:

1.      Tendinopatía de la porción media: Afecta la parte central del tendón.

2.    Tendinopatía insercional: Afecta la zona donde el tendón se inserta en el hueso calcáneo.

La prevalencia de esta patología es significativa: aproximadamente el 6% de la población general reporta dolor en el tendón de Aquiles en algún momento de su vida, y alrededor de un tercio de estos casos corresponderá a tendinopatías insercionales. Además, es más frecuente en personas activas físicamente y en mayores de 40 años.

La aparición de la tendinopatía aquílea está asociada a múltiples factores:

·         Aumento rápido de la actividad física: Cambios bruscos en la intensidad, volumen o tipo de ejercicio.

·         Edad avanzada: Con el envejecimiento, el tendón pierde elasticidad y capacidad de reparación.

·         Alteraciones biomecánicas del pie: Pie cavo, pronación excesiva o debilidad en músculos estabilizadores.

·         Uso de medicamentos: Como los antibióticos quinolonas, que afectan la estructura tendinosa.

·         Sobrepeso u obesidad: Incrementa la carga sobre el tendón durante actividades cotidianas.

El diagnóstico de la tendinopatía aquílea se basa en la combinación de la evaluación clínica y, en algunos casos, pruebas de imagen:

1.      Síntomas clave: Dolor localizado, especialmente al realizar actividades que impliquen carga, como correr o subir escaleras.

2.       Pruebas clínicas:

·         Signo de arco: Dolor que aumenta al palpar el tendón cuando el pie está en dorsiflexión.

·         Prueba del Hospital Royal London: Disminución del dolor al palpar el tendón en posición de relajación.

3.      Imágenes: En casos específicos, la ecografía o la resonancia magnética pueden ser útiles para evaluar el engrosamiento del tendón o la presencia de neovascularización.

Tratamiento: enfoque actualizado

1.       Ejercicio terapéutico como primera línea

El ejercicio se considera el pilar fundamental del tratamiento para la tendinopatía aquílea. Según la guía de práctica clínica publicada en 2024, los programas de carga progresiva son los más efectivos:

·         Ejercicios excéntricos: Recomendados para mejorar la tolerancia del tendón a la carga.

·         Ejercicios isométricos: Útiles para reducir el dolor en etapas agudas.

·         Frecuencia: Al menos 3 veces por semana, adaptando la intensidad según la tolerancia al dolor.

Es importante señalar que el ejercicio debe ser progresivo, respetando los límites del paciente y evitando el reposo absoluto, ya que este puede empeorar la capacidad funcional del tendón.

2.       Terapia manual:

La terapia manual puede desempeñar un papel complementario en el tratamiento de la tendinopatía aquílea, especialmente en combinación con ejercicios terapéuticos. Según la evidencia actual, algunas de las técnicas más utilizadas incluyen:

·         Movilizaciones articulares: Aplicadas en el tobillo y las articulaciones adyacentes.

·         Masaje transversal profundo (Cyriax): Aplicado directamente sobre el tendón para estimular la circulación local, promover la regeneración tisular y modular el dolor en fases iniciales o crónicas.

·         Movilización neurodinámica: Indicada en casos en los que el dolor tiene componentes neurogénicos asociados, mejorando la movilidad del sistema nervioso periférico.

3.       Técnicas invasivas:

Estas técnicas buscan modular el dolor, mejorar la función y acelerar la recuperación.

La punción seca o electropunción, permiten reducir la hipertonía del tríceps sural, aliviar la sobrecarga mecánica sobre el tendón y estimular una mayor vascularización en los tejidos afectados. Favoreciendo la regeneración tisular, modula el dolor y promueve la reparación del tejido afectado.

4.       Otros abordajes complementarios

·         Educación del paciente: Explicar la naturaleza crónica y la importancia de la adherencia al tratamiento.

·         Modificación de la carga: Ajustar las actividades deportivas y laborales para reducir el estrés sobre el tendón.

·         Soporte ortésico: En casos de alteraciones biomecánicas, pueden ser útiles plantillas personalizadas.

Conclusiones

La actualización de 2024 sobre el manejo de la tendinopatía aquílea destaca la importancia del ejercicio y terapia manual como base del tratamiento, apoyado por un enfoque multifactorial que incluye educación, modificación de la carga y ajustes biomecánicos.

Con un abordaje adecuado, la mayoría de los pacientes experimentan una mejora significativa en el dolor y la funcionalidad, permitiéndoles retornar progresivamente a sus actividades cotidianas o deportivas. La clave radica en un tratamiento temprano, adaptado a las necesidades individuales, y en la adherencia del paciente a un programa progresivo y supervisado.

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