Según la Organización Mundial de la Salud, el sobrepeso y la obesidad se definen como una “acumulación excesiva y anormal de grasa corporal”. Este acumulo de grasa es uno de los factores de riesgo más influyentes para desarrollar multitud de enfermedades cardiovasculares, respiratorias, diabetes, cáncer… entre otras. Cuanto más se prolonga este exceso de grasa en el tiempo, más cuesta en un futuro revertir las posibles consecuencias derivadas, llegando en ocasiones a hacerse irreversibles.
Sin embargo, la mayoría de gente sigue pensando erróneamente que con hacer la “operación biquini” o quitarse “esos kilos de más” después de Navidad es suficiente y nada más lejos de la realidad. Además se da la siguiente paradoja: la mayoría de personas que sufren o han sufrido exceso de grasa, han realizado uno o varios intentos para perder peso con algún método puntual en algún momento de su pasado. Pero entonces: ¿No existe forma de mantener la pérdida de peso y grasa?
La respuesta a la anterior pregunta se pone de manifiesto en las siguientes afirmaciones: “Perder peso de cualquier forma o método inadecuado probablemente tenga más efectos negativos que positivos para la salud”, “No empieces nunca una dieta que tiene fecha de fin y re-educa tu alimentación”, “No hay que estar a dieta de por vida, lo importante es llevar a cabo un cambio de hábitos que puedan ser sostenibles a largo plazo y que permitan preservar la salud”…
Perder peso se puede hacer de muchas maneras, pero no todas ellas son saludables ni consiguen mantener el peso obtenido. Por ello, para perder peso con salud y evitar un “efecto rebote” (entre otros posible efectos secundarios), es muy importante ponerse en manos de un dietista-nutricionista especializado. Olvídate de recomendaciones nutricionales de personal “no cualificado”, por muy sanitario que sea. Además será importante huir de los “mitos nutricionales” o “dietas mágicas” que te de la vecina del quinto o tu primo el del gimnasio, ya que no te ayudarán a modificar esos hábitos que te han llevado a tener un exceso de grasa corporal y te harán más mal que bien. Olvídate también de comer de forma restrictiva y de la típica dieta de “pechuga y lechuga” que te acabará haciendo de cometer atracones (con el peligro físico y psicológico que conllevan).
El proceso normal de pérdida de peso es complejo y el descenso de este jamás será lineal, si no que pasará por distintas fases. Lo importante será realizar una correcta planificación/adaptación junto a tu dietista-nutricionista y que este te enseñe a comer de forma correcta y a autogestionarte, para que adquieras unos hábitos saludables y que sean sostenibles a largo plazo, sin sustitutivos de comidas o productos adelgazantes.
Además de la alimentación, tu dietista-nutricionista te ayudará a valorar tu situación personal, para así intentar solucionar otros factores muy importantes que intervienen en el proceso en la pérdida de peso, como son el ejercicio físico, estrés, calidad de sueño, entorno social, medicación…