Consiste en la estimulación eléctrica mediante la inserción segura y local de una aguja en una zona específica del cuerpo correspondiente al trayecto de un nervio periférico o un punto motor de un musculo, mientras se monitoriza con un ecógrafo, todo ello con un objetivo terapéutico.
La estimulación se lleva a cabo con una aguja de punción junto con una corriente eléctrica de baja o media frecuencia con el fin de encontrar una respuesta sensitiva y/o motora al estimular dicho nervio.
Es una técnica relativamente pionera que permite tratar el sistema nervioso tanto periférico como central. Contando con un profundo conocimiento anatómico, uso de un ecógrafo y destreza en el uso de agujas se puede tratar casi cualquier patología musculo esquelética y siendo completamente compatible con otras técnicas de fisioterapia como la punción seca y la electrolisis percutánea.
Se cataloga como una técnica poco dolorosa, eficaz, rápida y sin efectos secundarios. En un levado número de pacientes permite sentir una mejoría notoria de manera inmediata.
Su aplicación está aconsejada en multitud de patologías musculares como:
Hiperhidrosis